La destacada compositora, instrumentista y cantautora chilena María Illanes, se encuentra promocionando su tercer trabajo discográfico “Estar aquí”, producción de ocho canciones que recorren los sonidos del folclor chileno y sudamericano fusionado con elementos contemporáneos como el Jazz, el Rock y el Blues donde sus letras apuntan al despertar de la consciencia y a la crítica social.
Latin soul and R&B ballads were the first means of expression María Illanes ever used. From the beginning of her career, the singer-songwriter and music teacher from La Serena was associated with other prominent voices following the line of the black pop such as Carito Plaza, Martina Lecaros, K-réena and Celeste Shaw, all of them performers from the capital city Santiago that fuelled that new scene. However, it was only after she moved to Spain that her work evolved to incorporate elements from acoustic folk, which awarded her the rank of singer- songwriter.
After her participation as a contralto voice in the Chamber Choir of the University of La Serena between 2003 and 2005, María moved to Santiago de Chile in 2008 to continue her vocal studies at Escuela Moderna with the acclaimed teacher Gloria Pérez. During this period, she recorded her first songs, compiled in the album: “Soltar” (“Letting Go”) (2009). In this work, Illanes demonstrated she has a multifaceted profile of both a pop singer and an interpreter of acoustic songs that are intimately linked to Latin American music. By then, she was also highly versed in the black music style: gospel, R&B, soul and funk. At the same time, she continued her theoretical studies with the guitarist Jorge Díaz, collaborated with the acid –jazz collective CiberJazz Chile during their reunion in 2012 and she shared stage with Pedro Foncea (De Kiruza) Panty and musicians from the band Raiza.
In 2013 María traveled to Spain to study a Master’s Degree in Educational Research at the University of Barcelona. In this city, she began to broaden her range of musical experience with the great quantity of international musicians that lived there. A month after her arrival, she gave her the first concert in a circle of female voices. Through those postgraduate studies and musical exchange, as well as a new work centered in solo guitar, María Illanes developed her second repertoire of folk songs inspired by Chile’s student movement and the fight for a fair education. This way she got her second album entitled “Fragmentados” (“Fragmented”) (2014), this time much more focused on her singing-songwriting.
Illanes came back to Chile in 2015 and she settled in her native city, La Serena. There, she began to participate in a music collective that paid tribute to the celebrated folk figure from Northern Chile, Elena Montoya, nicknamed La Criollita. María recorded two covers from the artist’s repertoire: “Solita” and “Pampilla Coquimbana”. The collective, in which other singer-songwriters from La Serena and Coquimbo also cooperated such as Cecilia Moreira, Alejandra Alcayaga y María Inés Jara, later became a commemorative album. In 2017, besides collaborating as a singer and percussionist with guitarist Ankatu Alquinta in his rock-fussion project, she began working on her new album “Estar aquí” (“Being Present”) where recorded with distinguished musicians like the producer and orchestra conductor René Calderon and the composer and bass player Patricio Aravena.
El soul latino y la balada R&B fueron las primeras vías de expresión de la cantante, compositora y profesora de música serenense María Illanes, vinculada entonces a un frente de voces cultoras de esta raíz negra del pop, como Carito Plaza, Martina Lecaros, K-réena y Celeste Shaw, intérpretes capitalinas que nutrieron esa nueva escena. Aunque su evolución musical, una vez que se mudó a España, tomó elementos de la canción acústica folk que le dio categoría de cantautora. Después de participar como contralto en el Coro de Cámara de la Universidad de La Serena, entre 2003 y 2005, María Illanes se instaló en Santiago en 2008, para continuar sus estudios vocales en la Escuela Moderna de Música con la reconocida maestra Gloria Pérez, período que coincide con la grababación de sus primeras canciones, contenidas en el disco Soltar (2009). Se trató de un trabajo donde Illanes mostró su doble perfil de cantante pop-soul e intérprete de una canción acústica próxima a la música latinoamericana. Pero para entonces ya estaba muy instruida en estilos de la llamada black music: el gospel, el R&B, el soul y el funk. En paralelo siguió estudios teóricos con el guitarrista de jazz Jorge Díaz, colaboró con el colectivo acid jazz Cyberjazz durante su reunión en 2012, y compartió escenarios con Pedro Foncea, Panty y músicos del grupo Raiza. En 2013, María Illanes viajó a España para estudiar un máster de investigación educativa en la Universidad de Barcelona. En esa ciudad comenzó a ampliar su rango de experiencias musicales frente a la gran cantidad de músicos del mundo instalados allí. Un mes después de su arribo, dio su primer concierto en un ciclo de voces femeninas. De esa experiencia de estudios de posgrado y de intercambio musical, además de un nuevo trabajo centrado en el uso de la guitarra acústica sola, María Illanes obtuvo un segundo repertorio de canciones folk inspiradas en los movimientos estudiantiles de Chile y la lucha por una educación justa. Así obtuvo su segundo, Fragmentados (2014), mucho más enfocado a la cantautoría.
Illanes regresó a Chile en 2015 y se reinstaló en La Serena. Allí comenzó a participar en el colectivo de músicos que realizó un tributo a la figura nortina del folclor Elena Montoya, La Criollita. De ella grabó versiones para sus canciones “Solita” y “Pampilla coquimbana”. Ese trabajo, en el que también participaron las cantautoras de La Serena y Coquimbo Cecilia Moreira, Alejandra Alcayaga y María Inés Jara, se convirtió más tarde en un álbum memorial. Además de colaborar como cantante y percusionista del guitarrista de rock fusión Ankatu Alquinta, en 2017 María Illanes inició el proyecto para un nuevo álbum autoral, con el productor y director de orquesta René Calderón y el bajista Patricio Aravena, que se tituló Estar aquí (2018)
